Querella por colusión en el precio de los pollos
El rol de legislador es muy importante para fiscalizar hechos que afectan a la ciudadanía. Es así que, ante la colusión de precios de los pollos, presenté una querella y solicité que se designara un fiscal con dedicación exclusiva para que indagara eventuales responsabilidades legales.
Al confirmarse la colusión –lo que significó que se compensara a los afectados- expliqué que: «Sin perjuicio de las multas, estimamos que aquí existen delitos realizados por los ejecutivos de estas empresas, que a través de una maquinación han afectado gravemente el mercado, porque este cartel ha determinado artificiosamente el precio del pollo sin que el mercado lo fije».
Posteriormente, en la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados insistí en la necesidad de revisar y fortalecer la legislación, asegurando que: «Si bien, las sanciones pecuniarias, de hasta 30.000 unidades tributarias son efectivamente altas en términos económicos, a mi juicio no es suficiente escarnio para el resto del mercado. Más aún, se comienza a instalar una sensación de impunidad, como quien puede defraudar a millones de chilenos durante muchos años y al final, pagando una multa alta, queda libre de polvo y paja. Las sanciones deben ser verdaderamente disuasivas para que los responsables de este tipo de acciones enfrenten consecuencias proporcionales”.
De esta forma, desde el Parlamento ejercí el rol que me confiere la ley para resguardar los intereses de los chilenos y chilenas.